Panamá, 15 de mayo de 2024. Llenos de alegría y felicidad y seguros de un futuro con mejor calidad de vida, 51 familias residentes en los distritos de Macaracas y Tonosí, provincia de Los Santos, recibieron las llaves de sus nuevas viviendas del Programa de Gradualidad Residencial Social, mejor conocido como Plan Progreso.

Son 26 casas que fueron entregadas por el ministro de Vivienda y Ordenamiento Territorial (Miviot), Rogelio Paredes, y que están ubicadas en los corregimientos de Macaracas, Bajo de Güera, Bahía Honda, Llano de Piedra, Chupá y Mogollón, en  Macaracas; y 25 residencias en los corregimientos de Isla Cañas, Tonosí, La Tronosa, Cambutal, El Cortezo, El Cacao y El Bebedero, en Tonosí.

Plan Progreso es uno de los principales programas que desarrolla el Miviot a nivel nacional y que consiste en la edificación de una solución habitacional completa con la opción de ampliarla para mayor comodidad de la familia o para un emprendimiento.

Las personas beneficiadas con este programa son aquellas de pobreza, pobreza extrema y con discapacidad, donde la Dirección de Desarrollo Social es la encargada de realizar las respectivas evaluaciones socioeconómicas a cada una y de allí se toma la decisión de brindar el beneficio.

En esta ocasión, una de las familias de pobreza extrema a las cuales se le otorgó este beneficio fue a la de Johana Delgado, de 26 años, quien vive junto a su cónyuge José Herrera, de 34 años y sus dos hijos, Milagros y Jonathan Herrera, de 9 y 6 años, respectivamente.

Esta familia residente en Tonosí, en la comunidad de Plan Bonito, corregimiento de La Tronosa, vivía en una estructura en malas condiciones, cuya construcción estaba compuesta con paredes de tablas de madera, techos de pencas y zinc, piso de concreto y tierra. Cuenta con los servicios básicos de agua de acueducto rural, energía eléctrica y letrina.

Otra de las familias que recibió una casa del Plan Progreso es la compuesta por los hermanos Sebastián y Ovidio Almanza, adultos mayores de 57 y 62 años, respectivamente. El primero presenta un cuadro de discapacidad auditiva y el segundo discapacidad cognitiva de lenguaje y audición.

Según la evaluación socioeconómica realizada, la casa donde vivían los hermanos Almanza estaba compuesta por un espacio con paredes maderas, piso de tierra y techo de pencas, sus alimentos lo cocinaban en fogón y no contaban con los servicios básicos.

El ministro Paredes señala que “en ambos casos la necesidad era latente y por ello se procedió a brindarle la ayuda inmediatamente, pero de hoy en adelante, con sus nuevos hogares seguros y confortables, la calidad de vida de estas 51 familias mejorará considerablemente”.